Los días 2 y 3 de junio se celebraron elecciones legislativas en la República Checa. En dichos comicios se decidió por la división política de los 200 escaños de la Cámara Baja del Parlamento checo.

Los escaños se distribuyen entre los candidatos de aquellas formaciones que recibieron más del cinco por ciento de los votos de los electores que acudieron a las urnas. En estos comicios únicamente cinco formaciones lograron superar dicho porcentaje e integran la nueva Cámara de diputados:

El Partido Cívico Democrático, el Partido Socialdemócrata, el Partido Comunista, el democristiano Partido Popular y el Partido de los Verdes.

El vencedor de los comicios, el Partido Cívico Democrático obtuvo el 35,8 por ciento de los votos, y un total de 81 escaños.

El segundo lugar correspondió a la Socialdemocracia con el 32,32 por ciento y 74 escaños.

En tercer lugar se situaron los comunistas con el 12,81 por ciento y 26 escaños.

El democristiano Partido Popular recibió el 7,22 por ciento de los votos para 13 escaños.

Los Verdes llegaron por primera vez al Parlamento con el 6,22 por ciento de los votos y seis escaños.

A más tardar treinta días después de los comicios debe reunirse la Cámara de diputados y tras su sesión constituyente el gobierno saliente debe dimitir. El nuevo gobierno debe recibir el voto de confianza del Parlamento a más tardar treinta días después de su nombramiento.

El presidente de la república, Václav Klaus, encargó al líder del Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek, ganador de los comicios, la formación del nuevo gobierno.